Febrero 28, 1870.
Con la ligera excelsitud del Oboe resonando por todo mi palco, entinto esta pluma para tratar de replicar la ardua aventura que nos convirtió en próceres el año que recientemente el tiempo dejó abandonado. Me prenda poder destinar mis bocetos y letras con cientos de dibujos de mi viaje y estadía en Sudamérica, pero no soy capaz aún de deshacerme de ellos; porque al cerrar mis ojos quiero volver a abrirlos y correr a mi libreta para sumergirme en el acaudalado mar de mis recuerdos y revivir en el ahora, aquellos placenteros instantes que rondarán libres en el pasado... sí tan sólo conocieras a esas 19 personas con las cuales compartí algazaras y desdichas y hablaras con ellos unos minutos, ¡qué renovador sería a tu alma! por momentos era prever lo que viviremos en el porvenir glorioso. Pero nos queda esperar un tanto más.
He vuelto a casa, la Finca estaba medianamente abandonada, mis padres definitivamente se quedarán en el norte removiendo la tierra para recrear su fortuna. Pareciera que ya nadie recuerda lo sucedido hace cinco años, una guerra devastaba medio territorio y ahora una brocha invisible ha colorado lo desteñido por la muerte. Aun quedaban criados durmiendo en los establos pensé que iba a encontrar mi casa quemada y desvalijada, pero tal fue mi sorpresa que la lealtad prevaleció y defendió gallarda mi morada hasta mi regreso. Como siempre, Emma y Phill se encargaron de devolver la vida a esta casa, varias pertenencias nos fueron arrebatadas, por manos maliciosas o accidentes contra el suelo. Pero nada impidió el regocijo, incluso con mucha humildad (y clara soberbia) hicimos una fiesta para celebrar, el agasajo duró horas que tomaron parte desde la madrugada hasta el mediodía siguiente, invitamos a nuestras amistades del pueblo, y conocidos de alta alcurnia para permitir a nuestros fieles sirvientes poder disponer de otras ofertas y dar un nuevo paso en su futuro.
La habilitación de los nuevos precursores que nos mantendrán a flote estos años, no superaban las 25 personas. Eso me hacía sacar cuentas de 45 libras por cabeza que con gusto otorgaré a mis ayudantes. Y como te adelantaba en la carta, no fueron sólo esas las avenidas del portento, me invitaron para recorrer américa del sur desde Ecuador, Brasil, Chile y otra vez Bolivia en una ruta médica, ir misionando en aquellos lugares necesitados, pero no puedo estar más gozoso que contando la siguiente noticia: en unas semanas deberé viajar a Inglaterra, no pude tomar posesión de mi herencia, así que aprovecharé, y con eso sorpresivamente, fui llamado para prestar mis servicios en una universidad importante del sur y aportar con mi breve experiencia, no tan extensa como quisiera, pero si muy profunda y nítida, no tengo autoridad alguna, pero humildemente rendiré mis dones, talentos y energías en contagiar a la juventud que anhela mudar el mundo moderno.
Y con esto he visto cuánto he crecido... me arriesgué rechazando todas las opciones que seguras me arrebataban en las manos del futuro, pero tuve la posibilidad de elegir y lo hice, como dicen; "antes de ser sabio y viejo, hay que ser joven y estúpido", pensé que no me tocaba ser el tipo de personas que viven los riesgos, pero me desperté a hacerlo, porque la vida requiere ya que descubra quien soy genuinamente, y consolide al hombre facultado por la experiencia amarga de la vida a la elocuencia versátil del poder y la convicción. ¡qué futuro más prometedor idealizo! y no me refiero a altos cargos con mucha capital, sino a la austeridad a orillas de la felicidad, porque he asumido vivir fiel en abnegación y sencillez de espíritu, rechazo la vanidad y castigo el dinero, porque no definirán jamás quién podré ser.
Ya quiero contarte lo que será este año y sus decisiones y resolver con hombría y braveza los infortunios que me esperan para crecer. Que la esperanza siempre nazca en tu fuente, y des a beber a los tuyos y quienes te rodean con ella.
Siempre admirándote.
F.Z.
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