"Petricor"

"... Ese extraño olor súbito que con frescura e impaciencia aparece tras recibir el suelo su porción de lluvia seriada, acerqué mi rostro aún más sobre la acera nativa para comprobar quieto, el origen de la nueva oportunidad que traería la próxima traslación de la tierra glauca."


Pesada me parecía la llovizna a puertas del estadio… Pero aquí estamos otra vez en frente del camino, un año después de los 23, un nuevo sendero pero bajo el mismo propósito. Deberían borrar el nefasto ejemplo gregoriano del año y dejar pasar honorablemente el día de hoy. Nunca dejo de sorprenderme del magistral sonido que se pasea silencioso entre las hojas arbóreas y el tallo de las herbáceas. Miraba mis zapatos ya manchados por la lluvia, jaspeados desde un ocre borbón al asfaltado barro pegado con filamentos de pino y otros céspedes yermos. Me adentré en la profundidad de la foresta sin detenerme, di el primer paso del tablón a la mancera… es el estrago sentido extraviado de perderte en el lugar que conoces tan bien como la palma de tu mano. Mientras más subía por el sendero, el olor húmedo se intensificaba sabiendo que muy pronto llegaría a un espacio en el cual pararme… conocía el aroma de la lluvia resbalando por esquinas de helechos hasta humedecer la tierra. Era una extraña compilación de fuentes corales, cada ser vivo en la inmensidad que me rodeaba prestaba sus arcos en busca de la primera canción que me contaron.

Trizadas levantaban su sonido las hojas compactas sobre el barro, pareciera que ante cada alarido de una bráctea, las aves concordaban en responder a la memoria de los árboles. Hoy ha sido un día tan… difícil, vaciló de lo tierno a lo doloroso. Nuevamente el sotavento inició la lluvia, caminé rápido bajo el cedro que me enfrentaba. Me agaché a su ladera y puse mi cabeza sobre su raíz, que robusta arqueaba mi espalda también… Supongo que en ese momento lo único que me separaba del impregnado glauco era la parca amarilla que vistió esta aventura. Acerqué en un puñado, una decena de hojas prestadas del suelo, las apreté tan fuerte que pude sentir cada una de sus nervaduras clavando la palma de mis manos. Refrené mi vientre para tolerar un llanto tan breve e innecesario que compitió con las estampidas parvas del diluvio repentino… Estuve inmóvil viendo el encuentro de la lluvia con el suelo que me era casi imposible hablar porque sabía que el ruido de la lluvia era mas fuerte, hasta que intempestivamente surgió el mismo aroma ligero pero profundamente reconocible por la experiencia… comenzaba a sentir mi brazo y pierna mojados por permanecer tan tiempo sobre la tierra, pero es ese extraño olor súbito que con frescura e impaciencia aparece tras recibir el suelo su porción de lluvia seriada, acerqué mi rostro aún más sobre la acera nativa para comprobar quieto, el origen de la nueva oportunidad…

Corpóreos  nuevamente se volvían los estrados del bosque, me levanté mientras las últimas gotas tensadas en las ramas se decaían por acción de la gravedad, permanecí un tanto congruente observando los helechos desenrollarse en un estrecho espacio que formaba el borde del gorro y mis brazos cruzados sobre mis rodillas… Cuando la lluvia grita el bosque se calla. Por eso transcurrido los minutos, renovados fonemas ocupan la voz del viento para ir y volver… Me puse en pies, subí el cierre hasta mi boca e inicié el retorno convencido de que este año, no será un mal mayor.


A medida que bajaba, el rugir de las corrientes que vieron mi paso se hacían más fuertes, y los tonos del follaje degradaban de sus sombras a los claros soles del día. Pensarán que narro a la tristeza, sin embargo, le hago honor al reenfoque de transformar este trago amargo en una oportunidad… algunos tomarán aire y respirarán profundo, explotarán quizás para ser escuchados por los enigmas, más yo busco la clemencia del petricor… después de todo aparece cuando termina la lluvia y empieza la rayada lumbrera.

"Petricor: es el nombre que recibe el olor que produce la lluvia al caer en los suelos secos. El nombre se deriva de la unión de dos palabras griegas: petros, que significa piedra, e ikhôr, palabra con la que se denomina al líquido que fluía por las venas de los dioses en la mitología griega." Wordsmith.org (2O17)


 || El Sentido extraviado de cumplir años cada 1O de Junio.

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