Eucalipto

"Quiero ser yo quien extraiga el veneno de tus venas con sólo besos de puro nardo, esperando que este lugar te haga sentir mejor bajo el poder benéfico de sus hojas, cómo a mí tu sonrisa."


Era inevitable mirarte entre las ramas que intentaba podar sin salir quemado por el trabajo en pleno día nublado. Centellas grisáceas de noble color eran arrojadas a la tierra para esperar que el tiempo las secara y las llevara por esporas al viento. Pero el olor, desprendido por su agua era refrescante y hasta te ponía de buen ánimo a pesar de ser muy fuerte, no por algo, desde siempre han utilizado cada parte de este árbol para sanar un sinfín de complicaciones que nos aquejan, y qué decir entonces de una farmacia natural y tan extensa como un bosque de eucaliptos en plena caza. Por volar bajo, me pregunté qué estarías haciendo en este momento, paralelo al estar barriendo hojas, ramas y rastrillando el campo para habilitar un espacio mas apacible en el mundo. Es increíble lo suave que es el suelo en este lugar... parece un polvillo sedoso con la sustantividad de la arena sin su textura... me imaginaba rozar tu rostro mientras descubría piedras para el cerco, incluso te dibujé un momento sobre él, me reía solo porque era claro que no te hacía justicia, pero siente el alago al estar presente aquí conmigo, en medio del tranquilo valle costero y el silencio de la tarde; puedo traerte al cerrar los ojos y pensar en un mundo mejor para ambos.

He pensado mucho en ti últimamente, tu silencio en redes sociales y anécdotas de nuestros amigos en común, me dicen que no lo has pasado como acostumbras. Me duele pensar que ambos estamos repitiendo los errores de nuestros padres o nos resistimos incluso a caer en lo mismo, sé lo agotador que resulta. Sobretodo para ti. Hace unos minutos revisé una libreta, no le llamaré diario porque sólo escribí una plana y fue un día muy oscuro que pienso arrancar, y me hizo resentir en los años y verte triste otra vez en los pasillos. Me encantaría ser esa persona deslumbrante que te saque risas automáticamente, quiero secar tus lagrimas con mis manos antes que caigan, creo que sería una especie de mano-pañuelo jaja, y entre medio endulzar tus labios con un beso pequeño pero fresco que alivie tu sollozar. 

¿Puedo ser quien friegue tu pecho cuando no puedas llorar? resguardar tu cuello con el mio, para que no pueda caer tu semblante, y contarte un chiste malo de mi repertorio y esperar que cause efecto unos segundos después, o tratar de escalar un eucalipto intentando alcanzar una estrella, misión imposible por supuesto, pero para eso nacimos ambos, para demostrar que somos dueños de lo posible. No quiero perder una parte de mí, quiero ser una parte tuya. Quiero ser yo quien extraiga el veneno de tus venas con sólo besos de puro nardo.

Mientras tanto, hice este lugar para los dos, con mi hermano corrí los enormes troncos raizados tirados por todo el sitio y los puse bajo dos altos eucaliptos, he colgado entre ellos una rama de pino aun con sus piñas para que desde su seno se sostenga un farol que ilumine la noche tenue, y así abrazarte con el frío costero a nuestras espaldas. Espero que este lugar te haga sentir mejor bajo el poder benéfico de sus hojas, cómo a mí tu sonrisa.

No pretendo ser tu super-héroe ni mucho menos tu doctor hojas... sólo ser quien te ame con el alma y sane todas tus dolencias.

Comentarios

Entradas populares


¿Vendrías verdad?