"De tu bolsillo, a mi Mirada."
Solía pensar en ti en este momento del día, es anecdótico, lo sé, pero ¿qué más esperas de un hombre como yo?, perdido en sus responsabilidades, unas elegidas y puestas, y francamente el único momento del día en que mi mente me recuerda tu cruel existencia es cuando como. No te imagino comiéndote, eso jamás, pero es a veces un poco exagerado mi inquietud por verte. Y justamente hoy sucedió, otra vez.
Debo aceptar que fue entre alarmador e incontrolable el hecho de sorprenderte mirándome, ¿por qué me quitas tu mirada cada vez que encuentro la tuya?, ¿por qué no tienes el descaro de seguir haciéndolo?, ¿tengo algo en los ojos?, lo sabía, mi mirada es muy pesada, la sentiste cuando me miraste fijamente a los ojos ese día, o ya sé, parezco muy ridículo, o tal vez sólo me veas para reírte, no, eso no. No lo creo, lo dice tu mirada, y encontrarte en los computadores, HEY ESPERA! Hasta cuando intento trabajar te encuentro, y fue chistoso. A penas me viste por el borde del cartel clavaste los ojos en mi cara, te espantaste, quisiste entrar a la biblioteca y no pudiste, te fuiste como un tren atrasado, y te perdí el rastro. El otro día miércoles te volví a sorprender mirándome mientras yo estaba en el patio. Ya basta. No sé qué me has hecho, no sé qué quieres hacer, no sé por qué no sucede nada. Y esto último es lo que me preocupa. Te he buscado por todas partes, trato de encontrarte en mis zapatos todos los días, más a veces no hay resultado.
… Sabes, yo no sería tan egoísta. No abriría todos mis miedos, y no dejaría que estuvieras con alguien como yo. Sólo mírame, a penas camino en dos pies, soy un miedoso que le tiene miedo a casi todo, y no sé explica el por qué. No estoy preparado para nada, para nadie, o tal vez… No sé. Pero si tan sólo me dieras indicios de algo, rompería una regla. Una regla que llevaría a quebrar otra y otra… Y no pasarán muchas hasta que frene por temor. Por temor a que entres, destruyas todo y luego te vayas, dejándome solo, como me he sentido este tiempo. No sé si sientes algo, una atracción quizás, más no quiero aumentar esto, porque lentamente irá destejiendo mi polerón. Mi pregunta ahora es: ¿Me buscarás con tal ansiedad como yo a ti?.
Fue entonces cuando terminé de leer la nota que acababa de caer de su bolsillo. Su polera blanca dejaba detalles hasta que le perdí cuando giraba por el pasillo hacía los laboratorios. A lo que contesté.- Sí, te busco todos los días, con la misma Intensidad.
Debo aceptar que fue entre alarmador e incontrolable el hecho de sorprenderte mirándome, ¿por qué me quitas tu mirada cada vez que encuentro la tuya?, ¿por qué no tienes el descaro de seguir haciéndolo?, ¿tengo algo en los ojos?, lo sabía, mi mirada es muy pesada, la sentiste cuando me miraste fijamente a los ojos ese día, o ya sé, parezco muy ridículo, o tal vez sólo me veas para reírte, no, eso no. No lo creo, lo dice tu mirada, y encontrarte en los computadores, HEY ESPERA! Hasta cuando intento trabajar te encuentro, y fue chistoso. A penas me viste por el borde del cartel clavaste los ojos en mi cara, te espantaste, quisiste entrar a la biblioteca y no pudiste, te fuiste como un tren atrasado, y te perdí el rastro. El otro día miércoles te volví a sorprender mirándome mientras yo estaba en el patio. Ya basta. No sé qué me has hecho, no sé qué quieres hacer, no sé por qué no sucede nada. Y esto último es lo que me preocupa. Te he buscado por todas partes, trato de encontrarte en mis zapatos todos los días, más a veces no hay resultado.
… Sabes, yo no sería tan egoísta. No abriría todos mis miedos, y no dejaría que estuvieras con alguien como yo. Sólo mírame, a penas camino en dos pies, soy un miedoso que le tiene miedo a casi todo, y no sé explica el por qué. No estoy preparado para nada, para nadie, o tal vez… No sé. Pero si tan sólo me dieras indicios de algo, rompería una regla. Una regla que llevaría a quebrar otra y otra… Y no pasarán muchas hasta que frene por temor. Por temor a que entres, destruyas todo y luego te vayas, dejándome solo, como me he sentido este tiempo. No sé si sientes algo, una atracción quizás, más no quiero aumentar esto, porque lentamente irá destejiendo mi polerón. Mi pregunta ahora es: ¿Me buscarás con tal ansiedad como yo a ti?.
Fue entonces cuando terminé de leer la nota que acababa de caer de su bolsillo. Su polera blanca dejaba detalles hasta que le perdí cuando giraba por el pasillo hacía los laboratorios. A lo que contesté.- Sí, te busco todos los días, con la misma Intensidad.
Comentarios
Publicar un comentario
Sólo escribe lo que sientes, lo que acabas de leer tiene un valor personal e inmensurable ante ojos humanos.