ABUNDANCIA

"Con un nuevo arco en mi humanidad, he descubierto, que es esa mi abundancia."



Hoy conmemoramos un año espléndido, cuánto más me queda por agradecer alrededor de esta mesa, junto a todos ustedes... jóvenes valientes, aptos para continuar creciendo en sus vidas como los fuertes e inmutables árboles del norte, durante este año, ha sido un honor, genuino don, poder ser su guía a través del túnel en el que fueron invitados por la desgracia de un mundo inquieto, y del cual muchos han salido, y otros aferrados al paisaje que se avista desde sus sitios. Han peleado aguerridos, han sido fuertes cuando creyeron ser débiles, se han mirado frente a frente a su reflejo y en él han visto sus marcas y errores, los mismos carismas que han sabido convertir en emblemas de inspiración para mí, su mayor admirador... ¡Cuánto he aprendido de todos ustedes! pero qué aprecio es éste que siento hacia ustedes por ver cómo han progresado, cómo de una forma celestial, Dios ha intervenido en sus vidas a través de cada encuentro, todo lo que siento en mi corazón, nada mas que regocijo y gratitud que alzo como altas banderas de celebración para anunciar sus logros.

Mientras todos se conocían amenamente, oía sus risas y conversaciones profundas buscando respuestas filosóficas a sus problemas, hablan de ellos en un pasado muy lejano, es increíble como van aconsejándose mutuamente, sonrío en silencio al escucharles, comparando a los jóvenes que recibí y a los que contemplo ahora sentados en la misma mesa. Quiero agradecerles, porque hoy soy más humano, un humano demasiado valiente para comprenderlo, que se atreve a escuchar lo que temen decir para amarles en santa hermandad al sentir que sí es mi propósito ilustrar y guiar a las personas a una vida sencilla y contenta, tener el poder de desenmascarar al mal y su progenie, y celebrar un nuevo comienzo, aperturando una etapa mas en el capitulo que todos merecemos escribir. Me han mostrado el valor de pelear, escuchar a otros y enseñarles a dar la pelea que vale la pena ganar... Creo que mi humanidad hoy es mi abundancia.

Hoy siento más que nunca cansancio y desgano, pero plenitud y paz al saber que he hecho bien mi trabajo, no porque haya sido perfecto y superior, sino porque di mi alma y sinceras fuerzas para servirles con humilde lealtad. Quiero que las personas a mi alrededor perciban mi paz, que por lo demás, no es mía, sino del Cielo, es el efecto colateral de buscar mañana a mañana la luz excelsa del Omnipotente. Gracias por hacerme ver mi propia humanidad como algo valioso y tanta utilidad, ahora comprendo tanta sensibilidad, percepción y resiliencia del pasado... esto soy yo, y es lo que puedo usar para ser parte del proceso sanador de quién lo necesite.

|| No tuve la oportunidad de invitarles a comer para conmemorar este día, pero en Acción de Gracias he imaginado esto pensando en cada uno de ustedes, alumnos que permitieron a este pequeño Terapeuta ser parte de su proceso sanador. 

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