"PLATEADO"
"Entonces, ¿cuándo ganamos? Y en estricta duda, ¿cuándo perdemos? Son las retóricas que platean esta recta de dejarse perder, para poder ganar."
Todos buscamos
nuestro puesto en la vida, competimos sin saberlo desde el momento en el que
nacemos. Sólo basta con pensar en la primaria anécdota en la que prefirieron traerte
al mundo a ti versus a otros bebés que venían en camino. Pero así como esa vez
ganaste, otro perdió, más tú perdiste antes porque alguien estuvo antes de ti. Entonces,
¿cuándo ganamos? Y en estricta duda, ¿cuándo perdemos? Son las retóricas que me
revolvieron el estómago ayer cuando nuevamente me dejé perder, para poder ganar.
En más de una
oportunidad he pedido que las personas del globo no sean más que granos de arena
a la orilla de los mares, compactados constantemente por las olas que las
ahogan e impidan su gritar- No condenen pensamientos cómo estos, no le deseo
mal a nadie, pero lo que tú refieres a ‘desaparecer
a’ o ‘alejarte de’, lo conformo
sólo a convertirse, estarán ahí sólo
que en una forma pequeña y callada.- ¿Para qué? Para que dejen de competir y
comprendan que forman parte de algo más grande y maravilloso hecho en este
mundo. Pero es imposible ¿no?, querer enseñar al mundo, cuando aún intento
doctrinarme a mí mismo.
En tardes como
estas no sabes dos cosas: sí atardece o está amaneciendo y sí pisas la arena o
el cielo por la confusión de sus grises. El sol no era suficiente para detener
la garúa costera, y la playa estaba tan plana y brillante que reflejaba a
exactitud el designio del pérgamo áureo. Parecerá medio exagerado, pero un
fenómeno natural como éste me hizo imaginar que había plata repartida por la
toda la ribera, fulminando el brillo del espacio más allá del horizonte
abierto. Formaba un camino recto congruente a la llegada del agua, intermedio
entre la oscura gravilla y el blanco innegable de la espuma, es una dirección
libre de acompañantes, nadie me aventaja ni me sigue, pero aún a veces siento
que perderé esta carrera. Deshonro a elevados propósitos al dudar, pero entre
el cansancio de las interminables decisiones de cada día, y las presuntas
derrotas siento que no llegaré al mirador sobre esa cima. He pensado en todas
las veces en las que me abstuve de ganar porque sabía el miedo que vendría, las
responsabilidades impuestas y la atención que siempre evado. Y he pensado en
todas las increíbles ocasiones en las que me obligo a perder para renunciar a
una dicha banal y temporal… como ayer. Eras la perfección que busco pero no
espero, calzabas tan bien en la descripción de lo que sueño, pero al igual que
a otros, me hice perder para que todo continuara su curso.
Nunca me he
había percatado a tal punto, pero creo que me acomodan los segundos puestos. No
quiero ser el primero, aunque puedo, y tampoco quiero dejarme al último, eso
exagera lo trágico, pero ha sido una vida en la que cedo, me abstengo de
sobresalir, y extrañamente me ocupo siempre de mantenerme en el podio. ¿Por eso
me gustará tanto el gris?. Lo que dudo ahora es sí, me dejo ganar para
mantenerme perdiendo o sólo aparento perder para no perder realmente… preguntas,
preguntas… ¿Ganaré realmente cuando lo haga o sentiré que perdí cómo nunca
antes? En fin, la Plata (Ag) es mía y así debe mantenerse.
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