— Buscando a Alaska.


" 'Voy en busca de un Gran Quizá', fueron las palabras que impulsan a cada uno a buscar su futuro. A encontrar lo que queremos para nuestra vida, a pesar de no tener nada planeado, creemos saberlo todo en el trayecto y decimos no querer nada, cuando queremos tenerlo todo."

En honor al espíritu rebelde de Alaska Young
“— No, yo lo puedo hacer. Está bien. —porque no puedes extender estas cosas para siempre. En algún momento, te quitas la curita y te duele, pero luego se te pasa y te sientes aliviado.” (13) Cada cosa que vivo, finalmente es la conclusión de un proceso reflexivo y altamente calculado para su resolución. De ahí, a que realmente salga como esperaba, es algo muy distinto. Claro está, que estas son la mayoría para todos. Y es aquí cuando nuevamente aparece una marca, una herida o una insignia. Cualquiera que sea su naturaleza, el tiempo acompañado por nuestra disposición a seguir viviendo, traerá la paz, lo que anhelamos. Lo que queremos. “Yo no era religioso, pero me gustaban los rituales, me gustaba la idea de relacionar una acción con la memoria.” (218) Soy fanático de mi potencial mnémico, todo despierta una reminiscencia tan profunda o banal como asemeje la realidad. Todo se guara automáticamente, aunque no quiera y en los momentos que no espero. Cada aspecto que tenemos en nuestra vida, buena o mala, merece nuestra observancia, porque como he dicho otras veces, todo nos construye.

Los primeros en luchar. Los primeros en morir. – concordé nervioso. (…) Porque nadie puede atrapar al condenado zorro.” (119) quédate sin hacer nada, y no sabrás nunca lo que se siente vivir para morir por algo o alguien.
“— Perdón. No te preocupes, chica. – Dijo. – Dios castigará a los malvados. Y antes de que Él lo haga, lo haremos nosotros.” (83) Frase que sólo la coloqué por la risa que me sacó. (JAJA)

 “A veces pierdes una batalla, pero las travesuras siempre ganan la guerra.” (67) Nota al margen, me haría bien descuadrarme un poco, un arco en una de las esquinas superiores, estaría bien. Y a esa cuarta  circunvalación le llamo: Impulsividad. (Leve, levísima por supuesto). “Así que regresé a mi habitación y caí sobre la litera inferior, pensando que si las personas fueran lluvia, yo sería llovizna  y ella un huracán.” (102) te lo copiaré, sólo este tiempo, y en su justa porción. Sólo me servirá para sacarme de apuros. Yo llovizna, quiero comenzar a ser la lluvia que te haga descansar de tus relámpagos. Sin embargo, eso sucederá cuando dejes de verte, y comiences a mirarme.

“¡Oh no!, no voy a ser una de esas personas que se sientan y hablan de lo que van a hacer. Simplemente voy a hacerlas. Imaginar el futuro es un tipo de nostalgia.” (64) No le aviso nada a nadie. Simplemente lo hago.

“— A veces no te entiendo.
Ni siquiera me miró. Solamente sonrió hacia el televisor.
— Nunca me entenderás, de eso se trata.” (65) Ni yo me entiendo. No espero que lo hagan, sólo que me amen, tal y cual lo hacen todas y cada persona que me tiene en su vida. Sé que soy complejo en muchos aspectos y hasta llego a ser confuso, pero siempre honesto. Aunque: “— Puedes pelearte conmigo. –propuse. Bajé mi controlador, me acosté en el sofá de gomaespuma y me quedé dormido. Cuando estaba cayendo, oí al coronel decir: - contigo no puedo estar enojado, inofensivo bastardo.” (78) HAGA LO QUE HAGA, NADIE PUEDE ENOJARSE CONMIGO, más nocivo que el aire no puede ser. Y si no se enojan conmigo, es porque de alguna y otra forma, en sus inconscientes, comprenden/entienden/intentan analizar el porqué de mi yo tan especial complejo en la diversidad de situaciones que vivo día a día. Y la mayoría: “Grité porque el coronel era un bastardo autosuficiente, condescendiente, y porque estaba en lo cierto, porque yo quería creer que había tenido un romance secreto con Alaska.” (193) Grita por lo que a veces quebro por amor. Vivir con ilusiones que volvemos mentiras no es vivir. Intento rescatar a las personas que amo de esa realidad. Si alguna vez te he roto un sueño, una idea, un sentimiento, (aunque haya sido mi intención, daría lo que fuera por revocar el sentimiento que causo) no te quede la menor duda de lo que siento por ti. “Yo nunca me sentía bien aceptando los regalos de las gente, porque ellos no sabían que nosotros habíamos cargado las balas y puesto el arma en la cabeza.” (213) Tanto que tengo y siento que no lo merezco por no valorarlo.

“Llega un momento en el que nos damos cuenta de que nuestros padres no se pueden salvar ellos mismos ni salvarnos a nosotros, que a todos los que navegan por el tiempo, tarde o temprano, la corriente los arrastra hacia el mar, y que, en pocas palabras, todos nos vamos.” (137) ellos no tienen la culpa. Nosotros tampoco. También fueron niños, jóvenes. Y nosotros… seremos adultos. “El buda dijo que el sufrimiento era causado por el deseo, habíamos aprendido, y que el cese del deseo significaba el cese del sufrimiento. Al dejar de desear que las cosas no se deshicieran, dejabas de sufrir cuando lo hacían.” (221) Frase que habla por sí misma. Dejemos de retener lo inesperado y amemos lo real que tenemos. Las cosas que no se pueden desintegrar son todas aquellas que emanan de una palabra naciente con A y terminado en MOR.

Todo lo que somos es ventura creciente de las infinidades de aspectos: vivencias, forma de ser, personas, lugares, relaciones, objetos y así en listas. Pero “Hay una parte de ella más grande que la suma de sus partes conocidas. Y esa parte se tiene que ir a algún lado, porque no se puede destruir.” (247) No nos podemos desaparecer del todo, siempre dejaremos algo que sujete el letrero de: “Yo estuve aquí.” “Como toda la energía, sólo podemos cambiar formas, tamaños y manifestaciones.” (248) de nosotros depende cómo y cuándo explotamos la energía que somos. Yo voto por aumentar, seguir creciendo, seguir brillando hasta que el mismo sol llore de envidia. Sin embargo, en nuestro camino, aparecen las cosas aborreciblemente inesperadas, que nos desarman hasta el punto en el cual no sabemos cómo estábamos compuestos, lo que éramos. “Esas cosas horrorosas pueden sobrevivirse, porque somos tan indestructibles como queramos creerlo (…) necesitamos no perder nunca la esperanza, porque nunca nos rompemos de modo irreparable. Pensamos que somos invencibles porque lo somos.” (248) en algún momento de mi vida experimenté el no control de mí mismo, un desarme que cada vez estaba más deteriorado. Y obtuve una causa que no me explicaba, el ¿por qué a mí? Era la pregunta retórica de cada mañana…  Pero siempre supe que saldría de todo eso. Y lo hice. Toqué fondo, el suelo bajo las aguas. No respiré y aun así salí a flote. Soy invencible, porque ya lo descubrí. “Pero algunos misterios ocurren para no ser resueltos.” (239) Y trato aun de entenderlo, mi mente finita jamás comprenderá sus planes. Y ya no vivo para encontrar la razón.

Después de todo “— Ése es el misterio, ¿no? ¿El laberinto es vivir o morir?. Pero ¿De cuál está tratando de escapar? ¿Del mundo o del final del mundo? (26) ¿Entrada o salida del laberinto? ¿El final de algo o el inicio de algo nuevo? Yo elegí el laberinto que me lleva una y otra vez a una entrada, ya no intento escapar de lo que soy o siento, porque elijo, una y otra vez, renovarme para continuar paseando calmo y seguro por este dédalo. Ahora bien... 

                             “— Quizá – dije. – todo es un quizá, ¿no?” (207)

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