Arqueo

Esta es otra noche de esas, en las que dejo de respirar por extrañarte. Mi error ha sido nunca hablarle a alguien de cómo en realidad me hacías sentir, explicar todo lo que sentí por ti, la infragancia con la que te sigo amando a pesar de no verte hace tanto. Arcadas van y vienen con el tratar de contenerme cada vez que me largo a llorar porque no pude tenerte, porque esa es la verdad, creo que mi cuerpo ya desfallece, si alguien enloquece así, si creo que puede morir también por eso, por amar a continentes completos circunvalando, son ganas incontrolables de humillarme y buscarte hasta encontrarte porque no aguanto más esto, no lo merezco, y quiero que acabe, solo bajo la última luna de octubre, grande y dorada, que embelleció el ocaso en la gloria del horizonte, te echo de menos, es que te amo, te amo, y nunca te lo dije por terror a tu respuesta, porque no quiero esa historia, ese libreto de perdedor en el que me quedo sin nada cuando lo arriesgué todo. Me siento loco, perderé la razón mientras escribo porque me enardece la piel y siento que sudo sangre mientras sólo quiero besarte aunque no lo hagamos bien, aunque fuera improvisado, quiero tocarte, tocarte tanto que hasta dejes de respirar por unos minutos y ahogarte en una mirada penetrante que no te deje hablar y de golpe te des cuenta que soy tuyo y tú de mí, que la casualidad maleficente nos cruzó en esa maldita escalera de marzo y no nos dejó en paz aún hasta ahora.

Que ganas de viajar donde estés, de derribar la puerta de tu casa y en el alarido de mi tonta respiración, abalanzarme contra quien me arrebató la sobriedad en la vida, y me impuso su encanto en el que caigo y caigo cuando cierro los ojos para imaginar su rostro riendo entre un cigarrillo, que va carajo, aunque odiaba ese olor impregnado en tu ropa sólo era cuestión de abrazarte más seguido para que tomaras el mío. Que crudo me ha tocado este vicioso rumbo de creer que tengo oportunidad acá, deseo que estemos bien ¿sabes?, porque nunca supe si lo estuvimos alguna vez, que pánico este de retroceder los años y comprobar si estuvimos equivocados acerca del otro porque nunca tuvimos la oportunidad de jugarnos la vida en esto, quiero intentarlo ahora ¿sabes? encontrarte en mis mañanas despertando aunque medio mundo nos abandone y terminemos cumpliendo nuestros sueños sin el público que esperabas, sólo nosotros contra todo, ser capaces de largarnos donde nadie pueda encontrarnos. Esta es otra noche de esas, en las que dejo de respirar por extrañarte, arcadas van y vienen con el tratar de contenerme cada vez que me largo a llorar porque no pude tenerte, porque esa es la verdad, lloro pensando ahora en lo que pudimos ser, y me ahogo en el freno; a un mensaje de distancia.