Cantre'r Gwaelod
"La furia galés convertida en la redención de un heredero."
Sé que no todos los intentos han sido en vano. Los ataques provenientes de la otra esfera eran respondidos con la intensidad de mil lanzas más formando un muro impenetrable entre el estallido de ambos bandos. Con sumo cuidado era disparado el arsenal de nuevas flechas hacia el otro lado a pesar de ser perturbadas por los vientos del sur, fue lo suficiente para mejorar un nuevo agoste, he aquí, otro siglo hallado defendiendo el territorio...
Fueron seleccionados los cien mejores hombres para la incisión en el tiempo, sus atributos le hacían merecedores de su puesto en medio de una tropa elevada capaz de combatir el desplome de los cielos con sólo una mirada. Era el designio de la era, desterrar al séquito de traidores distribuidos a lo largo de toda la bahía, lugar donde cada intruso se disponía con rebeldía a alzar una espada y sostener un misero escudo de arce viejo. Fue el ojal perfecto para imponer la diestra del legitimo heredero sobre sus tierras aún circundantes del antiguo reino, 'carecemos de fuerza para quitar la vida'- pensó; - 'pero tenemos la suficiente para resistirla'... nos entregarnos a nuestra propia fortaleza, ocupamos el primer puesto en romper la cabeza de los invasores por ser la última maraña en cegar el raciocinio de los nuevos adeptos del norte.
Lo más seguro, es que el enemigo destroce lo que hemos sido con la furia del caos, el descontrol del océano en nuestra contra. Seremos azotados como la ola en las rocas y llevados como el tamo es por la corriente. Aún en desmedro de nuestro nacimiento, los cien elegidos representan todo lo que somos en el punto exacto de ser desvalijados por el amor. Cuenta la leyenda, que en medio de una bahía desolada el heredero perdió la oportunidad de redimirse porque se permitió arrastrar por el oleaje feroz. Más aún quedan los 100 hombres inmóviles bajo el agua, permanecen reunidos a pesar de ser conmovidos, duermen las horas que descuentan para la revelación de su redención, ordenados justo detrás del primer árbol, el sucesor.
|| En galés: "a cientos de las tierras bajas" es un reino legendario descrito como una fértil franja de tierra situada entre las islas de Ramsey y la de Bardsey en la Bahía de Cardigan, al occidente de Gales. La capital del reino era Caer Wyddno.
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