Calendario de Adviento ﻬ❧
"Mi adviento, breve para toda la aventura, hasta esta mañana feliz del 25 de diciembre, y el conjunto de tradiciones personales que implícitamente he instaurado para el resto de mis navidades."
¿Cómo esperar pacientemente sobre
la espera misma? Es la pregunta que me parte la cabeza cuando intento entender
la respuesta natural. Sé que llegará el día, pero ¿alguien más en mi espacio
cercano vibra con los 24 días más regresivos del año? Aficionado a las
tradiciones, estoy enfatizado en resolver tantas como sea posible para dar
significancia al paso de mis días. Y esta es una que descubrí para perpetuarla
para el resto de mi vida, al menos, es el plan feliz para las próximas
navidades, pero vale, quiero contar lo que ha pasado estos 25 días.
Los días comprendidos desde el 2
hasta 9 fueron horas para invertir la bodega en el que habían convertido mi habitación,
revisé cada caja, balde y rincón de cosas que no utilizaría más, hasta finiquitaron
en cajas de reciclaje, donaciones, regalos y redistribución, comprenderán lo nostálgico
que estuve esos días, mientras me desmarcaba en el pasado reciente, que sin
duda alimentaba más la emoción de estas fechas, como un bucle en el tiempo, un
ciclo pequeño que debía culminar por el servicio predicho. Me deshice de varios
objetos que me remontaban a un lugar sin propósito, y en cambio, sé que debía
llenarlos de los que hice este año y me recordaran a mí y a quienes me rodean
quien soy realmente. Mas debo nombrar el premio honorable del cielo, en darme
una data lluviosa en pleno verano de diciembre.
A partir del 10 y mas menos hasta
el 16 he estado ayudando con un trabajo temporal, algunas entrevistas y
revisiones, que me encargaron para ajustar el recurso para el próximo año en algún
lugar de esta ciudad. Las actividades restantes, no sobrepasaba a sumergirme en
el aroma de mi casa y la comodidad de ella, viendo tantas series y películas cómo
me resistí a intervenir este año, tengo tanto tiempo libre, que me resulta mas
complejo leer en algún rincón. Más lo haré, estoy contento por no sentir el
paso de la obligación y la extensa responsabilidad de un deber, sino que todo
fluye con encanto. Debo hacer mención de una tarde del 13 de diciembre, en el
que fui solo a dar una vuelta por el gigante mall y ver las tiendas en el que
antes por gracia entraba. Tomé un café solo y no compre nada. Nada necesito
hoy, como para gastar por gusto. Le llamo austeridad. Por fin, no me costó
decirle ‘no’ a algo que me gustara, por saber que no lo necesito. Decido ser
tan sencillo como me sea posible, sin vanidad y ostento alguno que compita con
mi fe y certeza.

Y qué decir de este domingo 23…
hermoso reencuentro que quedará grabado en mi corazón por siempre. Mi abuela
con sus 75 años, y después de 60, volvió a ver a sus hermanos por parte de su
padre, de los cuales fueron separados por decisiones temerosas. Y es increíble
el parecido con todos, 4 hermanos aparecieron en su vida y le han brindado un
respiro profundo en este año de afrenta. Que alegría, qué paz y gratitud siento
en mi corazón por haber presencia esto.
Y ya llegado, este 24 de
diciembre, que extrañamente cayó en martes, emocionado, preparé el postre para
la cena, como tradición implícitamente introducida, creo que me redimí a
diferencia del año pasado, cuando el “postre” se derretía con sólo mirar. Gracias
a Dios que existe la frambuesa y el cacao, expresando ese sabor explosivo que
crean al combinarse, casi saco aplausos, pero qué habrá la próxima nochebuena,
nadie lo sabe. Intentaron amargarme este día especial, pero no lo hicieron. El espíritu
que deseo mantener conmigo para siempre, imaginar nieve cayendo, jaja, en un
cerrar de ojos. Finalizo mi adviento, breve para toda la aventura, la mañana
feliz del 25, temprano al despertar me serví leche de almendras con dos
exquisitos cupcakes fríos de la receta maestra viendo dos clásicos de navidad,
Un cuento de navidad y Crónicas Navideñas. ¿Será mucho si cuento que, de
verdad, esa mañana hacia frio? ¡Pero fue! ¡Feliz Natividad! ¡Que la Gloria de
las Alturas nuevamente renazcan en nuestros corazones!
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