La Isla

"Lo que fue, lo que es y lo que será, no son necesariamente lo mismo a través del tiempo. Revela el misterio en el centro de esta Isla."


Por tanto tiempo me dejé aislar por la tragedia de un temperamento incierto. Por mucho tiempo fui severo conmigo mismo, cuestionándome rasgos en mi forma de ser... tan niño y después tan joven me auto-disciplinaba como sí de esas medidas dependieran de mi vida. Tan lejos me encontré del Amor tierno y tan cercano de mí. Me faltó la fuerza muchas veces, mi aliento se desgastaba con rapidez... pero ¿quién vio eso en el pasado? no lo sé, pero a la luz que hoy porto en el lo alto, puedo decir, que Aquí estoy!, regocijado, orgulloso, amado y fuerte, ayudando a tantos como pueda en este poco transcurso. Sólo por Amor, sólo por Gracia, es como podemos ser instrumentos de ese Dios Vivo presente en el portento del universo, y que está más cerca que nunca para muchos. ¿Cómo no hablar? cómo podré callar, cuando he visto las más maravillosas hazañas que sólo el Gran Estratega puede realizar! Dios me preparó peleando mis afrentas, para que hoy, yo ayude a muchos a batallar las suyas! Nunca se trató de mí! ¡Qué misterio es este, revelado! que hoy tenga la fuerza suficiente para escuchar las mas dolorosas historias e injusticias de la maldad humana y pueda ser un Portavoz de su mensaje, ¡A Dios sea la Gloria, hoy y por siempre jamás! Pude haber decidido ser una isla, puedo estar cansado, querer estar inmóvil para no ser dañado, no fatigarme, pero tanta navegación en los mares de la introspección, hoy me han hecho un celoso marino y conquistador de nuevas tierras, donde el fiero enemigo, ya no puede posar. Sin miedo, hoy me es fácil hablar de quien tanto me ama. No se trata de mí. Pensé por mucho tiempo, convertirme en un errante montículo de tierra a la deriva, azotado por las tormentas del crudo mar. 

Más ahora comprendo, entiendo el poder que me es prestado, de la fuerza a la cual estoy sujeto para siempre. Muévanse las montañas al centro del mar, o revienten los abismos de los océanos en abrupta erupción! aun así no me importaría, porque con su igual potencia, yo estaré haciendo mi deber, cumpliendo mi voto, libertando a muchos en el nombre de Aquel que nos amó primero.

¿Por qué una Isla? porque debo moverme desde donde estoy, salir del mundo que conocía, pero que nunca me perteneció. Tal vez aún me considere pequeño y lo soy, soy indigno de este privilegio, pero aún así, he aceptado por Fe la noble misión. Aunque yo no lo lograse, mi alma descansara en que otros si podrá, porque cierta y verdadera es nuestra Esperanza, y pleno seré si alguien a través de mí, ancla en ese Puerto de Amor esperando por toda la raza humana. Esto es, lo que fue, lo que es, y lo que será, no se sabe. Pero de cierto hoy digo: Te prefiero a ti, mi Cristo. 

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