ÍON

"Como la nieve irradia su blancura, como los manantiales traslucen sus fondos, semejante a lana tajada de su origen, parecido a la primera risa de un bebé y rebalsado como odre nuevo de fluyente leche y miel."

Existe una virtud del cual todos, en un momento de la vida, deseamos impregnarnos en mente, corazón y cuerpo. Es una expresión que nos cuesta tanto mantener. Y en especial a mí. Hombre atormentado por la vanidad de sus temores y pre-conceptos auto-impuestos que han hundido mis pies en arena negra. Es la serenidad que persigo con desespero al despertar y que clamo a la profundidad de los cielos para poder recibir una porción que invista por completo mi ser de su don.

Existen tan pocas cosas con las cuales comparar la insignia de la que hablo, porque en este mundo; plagado por el error y las fallas, permanecen intactos reflejos que me recuerdan la nobleza a la cual aspiro. Deseo arrancar de mi vida esta condición, este peso que en insólitas mañanas resurgen fuertes batallando con mi conciencia. ¿Cuántas veces te pasó? borrar esa opresión, sé que sucedió un día en el que estabas tan incomodo con lo que hiciste o te hicieron, que en tu desesperación, solo te paralizaste pensando en la forma de sentirte digno. Mi sentimiento, es parecido a querer adentrarme a las aguas nuevamente y llegar al impacto de la caída con la superficie, y bajo su catarata, ser lavado de mis pensamientos e inclinaciones, y sea dotado de paz y seguridad. Percibir como el golpeteo frenético del agua sacude mis cabeza y en el ruido absorbente de la precipitación sienta como poco a poco soy limpiado de mi maldad. Tratar de abrir mis ojos contra la corriente de la gravedad, permitiendo que ellos avenidas del alma, sean renovados y puedan ver la belleza sin tacha ni contaminarse con lo efímero.

Quiero ser Puro, como la nieve irradia su blancura, como los manantiales traslucen sus fondos, semejante a lana tajada de su origen, parecido a la primera risa de un bebé y rebalsado como odre nuevo de fluyente leche y miel. He meditado en mi alma, y he descubierto que cada ápice de arrepentimiento, es la inclinación humilde, para recibir de nuevo, el talante de la pureza. ¡Más cuán difícil me es custodiar brillante lo que fue pulido!, sin embargo, sigo adelante, porque amparo el alcance benigno de tu pureza. 

¿Quieres ser limpio? - Quiero. Son las palabras que anhelo oír y percibir su poder. 


|| Íon, del irlandés "Puro"

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