CALOR
"¿Será una especie de cera tibia cuando dejo que me abracen ingenuamente?, tal vez una electricidad cruzando mi cerebro cuando escucho sus palabras atentamente deslizadas en un vocablo llamado confianza, o un aliento trotado cada vez que les miro en el silencio de un grupo. Si mis censores no me fallan creo que percibo un calor extraño y fugaz, pero, loable y genuino."
Del introvertido y tímido niño que se convirtió en adolescente ya queda muy poco. Quiero escribir sobre el sentimiento que ha percutido en mi semana recién terminada y que marcará todo el resto de mi vida. Pensé que me habría de costar un precio mayor lo que he ganado, pero su valor para mí es incontenible para otras medidas. Desde una carta hasta abrazos espontáneos, salidas y conversaciones camufladas a las risas; han tejido este estandarte que portaré de pie y adelante para combatir el desastre siempre merodeando bajo el piso. Lo excelentísimo de esto, es que el caos me tiene respeto, después de todo, ya le ganamos una vez en su propio juego, por lo tanto, siempre voy un paso adelantado. Ahora gano porque sé las reglas que van en el envase desechado.
Pero ¿cómo definirlo? me costaba abrir la puerta y dejar pasar al invitado, pero hoy es distinto... cuando tú lo invitas, tú mantienes el control... más bien, guías su recorrido frecuentando lo que muchas veces le denegaste. ¿Será una especie de cera tibia cuando dejo que me abracen ingenuamente?, tal vez una electricidad cruzando mi cerebro cuando escucho sus palabras atentamente deslizadas en un vocablo llamado confianza, o un aliento trotado cada vez que los miro en el silencio de un grupo. Si mis censores no me fallan creo que percibo un calor extraño y fugaz, pero, loable y genuino. Hablo de una amistad y sus votos honestos prometidos por el mismo peso de su oro. No sé qué hice para obtenerlo, no me esforcé ni engañé a mi ciencia para llamarlo, simplemente se dio en su natural enredo y hoy anuncio su fuerza. Estos amigos de los cuales hablo comparten algo supremo, aceptamos un llamado de suspensa locura que no tiene un pie atrás.
Yo sé este prólogo mejor que nadie supongo: 'sí quiero dar amor, debo aprender a recibirlo primero.' Aunque me hallo contentado en medio de un bucle congelado, no siendo un secreto para alguien, debo aprender a andar con el ardor de un vínculo vivo y perdurable... estos amigos serán la llama que me mantendrán despierto en medio de la tormenta más espesa, me conservarán contento mientras me veo tiritando al borde de un lago bajo-cero. En esta carrera, permitiré sentir ese calor lejano a los segundos colaterales para abrir ese fiordo al que estoy acostumbrado. Hay oportunidades irrepetibles, y me quedan 7 meses de esta, por tanto, no se derramarán los días sin que arme una fogata con sus aristas. Su amistad es el calor causante de una llamarada en esta acertada costumbre ártica.
Comentarios
Publicar un comentario
Sólo escribe lo que sientes, lo que acabas de leer tiene un valor personal e inmensurable ante ojos humanos.