Arpón

"Dolor o cosquillas, no lo sé, contigo nunca sé lo que pasa cerca de mi corazón pero una cosa si es segura; sí se trata de amor, es asunto letal."

Así es como funciona esto, ¿no?, siempre el amor haciendo trampa, por más siglos que se eche encima, nunca dejará de jugar la cómica dinámica de hacer lo que no debe. Iré al grano: Cada vez que te pienso, que hablo de ti o escucho tu voz sin estar presente, es como pararme en la proa en medio del mar y dejar que la tormenta pegue en mi cara, que las aguas me empapen de la coronilla de la cabeza hasta la planta de los pies y dejar que inunde mi alma para vaciar todos los recuerdos que no alcanzamos a cumplir. Cuando sé que te mueves, cuando me entero de que podrías estar con alguien más se siente como una astilla enterrándose aún más para seguir secándome como una hermosa tragedia a punto de ver su desenlace.

Más qué hacer cuando se ama a quien sólo se quiere... cómo mirarte si no debería, dónde cortar la conversación cuando intento alargarla, cómo evito impresionarte para desviar el desastre. Como las olas del mar van y vuelven, así son mis sentimientos por ti, desaparecen un tiempo y me convenzo de su extravío en la profundidad del mar, pero resurgen en los momentos cuando la sorpresa dice algo sobre ti.

Me encantaría burlarme del amor cómo él se burla de nosotros, tomar a sus secuaces y detener tantos adefesios arremetidos contra quienes no queremos seguir batallando con ésto porque perderemos de igual forma, y entre ellos, atajar al bebé en pañales que lanza flechitas al azar, él y las estúpidas puntas que siempre caen en quién no debe ser, ojalá fuera una de sus astillas lo que tengo, pero no es así. Y no es porque no exista, sino porque tú me lanzaste algo más pesado que la atracción, atravesaste mi pecho con la fuerza de tu historia y la tenacidad de tu encanto hizo el resto, supiste el lugar preciso por tu inteligencia y me has dejado con tu arpón que días y noches me recuerdan lo que siento: dolor o cosquillas, no lo sé, contigo nunca sé lo que pasa cerca de mi corazón pero una cosa si es segura; sí se trata de amor, es asunto letal, sobretodo cuando es don conocido... por esto sigo varado entre las corrientes oceánicas que me extraviarán de ti, me cazaste desde la tierra, pero siempre nos ganará la cobardía, no te sumergirás para reclamar lo que es tuyo, ni yo me acercaré a la orilla para ser vencido. Porque siguiente a este mar, el horizonte avecina al Cielo que yo espero ir. 

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