El Ósculo

"... mi mañanablanca."


En las últimas noches he encendido luces sobre las ramas y una vela en el centro de mesa, hay olor a manzana y canela esparcidos en el aire, incluso hace unas semanas agregué romero, limón y clavo de olor para transportarme a espacios que no pueden ser tocados. Se me ha arrebatado una vida de la cual aún no creo estimar su pérdida, lo que ha significado para mí y lo que causará en mi alma en los postreros días.

Aguardo en el silencio de la noche mientras observo tu foto y evoco nuestras conversaciones espontáneas y tu tan estrecha compañía. Tengo miedo del porvenir, sin tu amor afirmándome, y tu optimismo brillando. 

He vivido estas semanas de forma silente, he querido ser reverente y haciendo ritos solemnes que me consuelen y me reconforten contigo.

He descubierto mañanas tan contenedoras; frescas, también calladas, que me han permitido ser sin oprobio. Desde esta nochebuena, he pensado que he estado viviendo por gracia celestial, mañanasblancas. Sí existen las nochesblancas, ¿Por qué no su radiante opuesto? ambas para mí han sido compañías, tienen el mismo sopeso que ese abrazo, cuando tenía 12, y me sentía abrumado por lo que estaba descubriendo, tu me tomaste en brazos como pudiste y me sentaste en tus rodillas para abrazarme y besarme la frente para convencerme de que todo estará bien. Tu perfume y tu voz... tu ósculo.

¡Cuán hermosa será esa mañanablanca, con tu ósculo en mi frente!

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