"Cien sospechas no son una prueba" — F. Dostoievski
pero,
¿Si soy una prueba sin sospechas?

Entre más me esfuerzo en comprender lo que hago cada día al levantarme, más me alejo de mí mismo. De alguna manera, sé que en un punto que claramente hoy no conozco, esto emitirá una boleta que deberé pagar sin saber el precio y hasta que alguien me lo diga tomando mi mano en un instante tardío. No es culpa de nadie, por años la bebía inocente pensando que era la forma de tragar la vida y sentir el agrio sabor que no he podido disolver en 27 años, a veces pienso que lo he vencido en muchos puntos del camino, pero permanece ahí centrifugando la dulzura breve que se me presta para continuar, y nada más inherente que el toque agriaste de una sospecha no convocada, una insinuación que habla más del vacío de su originador que el craso error de quien escribe. Hace un par de años que vengo cuestionando el hecho de ¿por qué tengo que tolerar una insolencia de la ignorancia y su arrogancia arrastrada? por qué me quedo tratando de salvar un momento cuando el fin de esa reunión de segundos se complace en humillarme como si nada me sucediera dentro, como si la risa del chiste en el aire tuviera que inyectarme endorfinas para evitar ser el aguafiestas de siempre. Lo peor de esto, es que me quedo de pie o sentado mientras vago en en el pleito cósmico de agarrarme e irme o esperar a que alguien me diga 'ya nos vamos'.
Cansa, la verdad es que ya exaspera tener que buscar razones siempre para hablar normal o dar explicaciones del por qué esto si y lo otro no, desenfocar conversaciones que no tendrán valor para la otra persona, y si no calma su ecuestre curiosidad infame termino ahogado en las horas posteriores. Que peso es cargar con las sospechas que no merezco y probar algo que está comprobado.
Por qué no sospechan que de mis reservas comparto lo que tengo, que entrego sin esperar algo en devolución, que soy capaz de vendar heridas sin importar si quedo vestido... que acostumbro proteger la inocencia de los niños y velo sus ojos para hacer brillar la maravilla de la vida en sus sueños más posibles, porque a la vez, intento descubrir los míos y retornar a un pasado alterno que me fue arrebatado. ¿No es acaso mejor comprobar algo como esto? ¿no es algo valeroso y digno de tiempo y aprecio? esto es, acaso ¿es una prueba de que puedes ser alguien de bien cuando tienes tu interior como onda expansiva?
Sólo,
escucho una sospecha más y mando todo al carajo.
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