- Imprimación.

"Pero ya no flotaba a la deriva. Un nuevo cordel me ataba a mi posición, Y no uno solo, sino un millón, y no eran cordeles, sino cables de acero. Sí, un millón de cables de acero me fijaban al mismísimo centro del universo.
Y podía ver perfectamente cómo el mundo entero giraba en torno a ese punto. Hasta el momento nunca jamás había visto la simetría del cosmos, pero ahora me parecía evidente.
La gravedad de la Tierra ya no me ataba al suelo que pisaba. Lo que ahora hacía que tuviera los pies sobre el suelo, era la niñita que estaba en brazos de la vampira rubia. Renesmee.
Un sonido nuevo llegó procedente del segundo piso, el único capaz de llegarme al alma en ese momento interminable.
Un golpeteo frenético, un latido alocado...
Un corazón en proceso de cambio."

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